Éramos seis y estábamos comiendo, nos pusimos de acuerdo de encontrarnos en México. Todos nosotros que sabemos decir sí tendremos que aprender a decir que no a cualquier otra posibilidad que se presente y pueda impedir que realicemos nuestro plan de encontrarnos Del lunes en un año. Con este singular título, John Cage enfatiza su interés por la no medición y por la ambigüedad. El gran filósofo, compositor, teórico musical, aficionado a la mitología y recolector de setas nos abre las puertas a un mundo de experimentación y reconsideración de lo que podemos entender por música. Discípulo rebelde de Arnold Schoenberg, Cage abre la obra de arte y rompe las divisiones que la separan de la vida, componiendo mediante sistemas de azar, provocando las conciencias que preservan el ego como fundamento de la expresión. Cage propone la liberación de uno mismo y de la expresividad romántica, herencia de un arte en decadencia. Lo que es importante es insertar al individuo en el flujo de todo lo que sucede; para esto, el ego debe ser demolido: gustos, memoria, emociones, deben desaparecer; el espectador debe volverse receptivo a lo que sucede y no estar atado a sus preconcepciones, debe abrir sus oídos a todos los sonidos y experiencias existentes, a la música que tiene la vida en sí misma. A partir de esta noción de la música, influenciada por la filosofía oriental, Cage introduce el ruido en sus composiciones y la necesidad de generar experiencias, más que conceptos. Acepta la indeterminación y la inactividad, como un verdadero seguidor del zen. Esto no indica una belleza pasiva, sino una antiestética, resultado de volcar nuestra atención hacia lo que sucede en nuestro entorno. En este libro, una colección de notas personales, recortes de encabezados y poemas, originalmente publicado en 1969 y traducido por Editorial ERA en 11974, Alias reproduce en versión facsimilar el diseño original de Vicente Rojo, impreso en México por la Imprenta Madero con monotipos, como era la costumbre en ese momento.
Del lunes en un año
$19.000
Autor: John Cage
Año de edición: 2024
Editorial: Alias
Páginas: 210
3 disponibles
Descripción
Éramos seis y estábamos comiendo, nos pusimos de acuerdo de encontrarnos en México. Todos nosotros que sabemos decir sí tendremos que aprender a decir que no a cualquier otra posibilidad que se presente y pueda impedir que realicemos nuestro plan de encontrarnos Del lunes en un año. Con este singular título, John Cage enfatiza su interés por la no medición y por la ambigüedad. El gran filósofo, compositor, teórico musical, aficionado a la mitología y recolector de setas nos abre las puertas a un mundo de experimentación y reconsideración de lo que podemos entender por música. Discípulo rebelde de Arnold Schoenberg, Cage abre la obra de arte y rompe las divisiones que la separan de la vida, componiendo mediante sistemas de azar, provocando las conciencias que preservan el ego como fundamento de la expresión. Cage propone la liberación de uno mismo y de la expresividad romántica, herencia de un arte en decadencia. Lo que es importante es insertar al individuo en el flujo de todo lo que sucede; para esto, el ego debe ser demolido: gustos, memoria, emociones, deben desaparecer; el espectador debe volverse receptivo a lo que sucede y no estar atado a sus preconcepciones, debe abrir sus oídos a todos los sonidos y experiencias existentes, a la música que tiene la vida en sí misma. A partir de esta noción de la música, influenciada por la filosofía oriental, Cage introduce el ruido en sus composiciones y la necesidad de generar experiencias, más que conceptos. Acepta la indeterminación y la inactividad, como un verdadero seguidor del zen. Esto no indica una belleza pasiva, sino una antiestética, resultado de volcar nuestra atención hacia lo que sucede en nuestro entorno. En este libro, una colección de notas personales, recortes de encabezados y poemas, originalmente publicado en 1969 y traducido por Editorial ERA en 11974, Alias reproduce en versión facsimilar el diseño original de Vicente Rojo, impreso en México por la Imprenta Madero con monotipos, como era la costumbre en ese momento.