El planeta avanza hacia su ocaso y en el sur de Chile, entre estuarios y relieves cordilleranos, se vive un fenómeno de hambruna y crisis ambiental que sus habitantes llaman Holodomor, como el holocausto ucraniano del siglo pasado. En este entorno degradado y agobiante, los personajes de los siete relatos de Yo soy un pájaro ahora intentar preservar los vínculos más esenciales: el amor por los hijos, las relaciones de pareja y la complicidad con las mascotas. Un transbordador que avanza a la deriva con una tripulación de infectados, un animal gigante que acecha la intimidad del hogar y el supervisor de una faenadora de pollos que ha perdido a su hijo de siete años, son algunos detalles de las historias que, con la pericia del buen guionista, Vladimir Rivera Órdenes despliega dosificando magistralmente la información y manteniendo siempre en vilo al lector. Un universo inquietante, cargado de imágenes de devastación y peste, en plena coherencia con el paisaje interior de sus personajes, que parecen atacados por el virus de la soledad y la melancolía. Un territorio postapocalíptico donde las historias, sin embargo, dejan siempre un último aliento de esperanza y humanidad.
Yo soy un pájaro ahora
$13.900
Autor: Vladimir Rivera Órdenes
Editorial: Montacerdos
Páginas: 272
Año publicación: 2018
1 disponibles
Descripción
El planeta avanza hacia su ocaso y en el sur de Chile, entre estuarios y relieves cordilleranos, se vive un fenómeno de hambruna y crisis ambiental que sus habitantes llaman Holodomor, como el holocausto ucraniano del siglo pasado. En este entorno degradado y agobiante, los personajes de los siete relatos de Yo soy un pájaro ahora intentar preservar los vínculos más esenciales: el amor por los hijos, las relaciones de pareja y la complicidad con las mascotas. Un transbordador que avanza a la deriva con una tripulación de infectados, un animal gigante que acecha la intimidad del hogar y el supervisor de una faenadora de pollos que ha perdido a su hijo de siete años, son algunos detalles de las historias que, con la pericia del buen guionista, Vladimir Rivera Órdenes despliega dosificando magistralmente la información y manteniendo siempre en vilo al lector. Un universo inquietante, cargado de imágenes de devastación y peste, en plena coherencia con el paisaje interior de sus personajes, que parecen atacados por el virus de la soledad y la melancolía. Un territorio postapocalíptico donde las historias, sin embargo, dejan siempre un último aliento de esperanza y humanidad.